As the entire country experiences an alarming uptick of new cases every day, Latinos continue to be disproportionately impacted by COVID-19.
According to recently released data from the Center for Disease Control, Latinos are hospitalized at a rate four times that of whites.
More than 26% of those who have died from COVID-19 are Latino, according to national data.
In Colorado, Latinos make up about 22% of the state’s population, yet we account for approximately 38% of all COVID-19 cases.
In Garfield, Latinos represent 51.6% of all COVID-19 cases, even though we are only 30% of the population. Ten percent of Pitkin County residents are Latino, yet 20% of positive cases in Pitkin are Latino. (Eagle County is still not publicly releasing data by subgroups.)
As part of our continued advocacy efforts to ensure that Latinos are not left behind during the response and recovery of COVID-19, Voces Unidas conducts regular surveys to capture feedback and stories from Latinos.
Here are some of the takeaways from our most recent survey:
One in three Latinos did not know what to do if they got infected with the virus;
One in two Latino respondents do not know where to go to get medical care if they get infected;
The majority of Latino survey takers lacked confidence that their employers would protect Latino workers;
One third of respondents did not have access to masks at work; and
Three in five Latino respondents believe that their local governments and elected officials are not doing enough to protect Latinos from the virus.
While the end goal needs to be addressing the longstanding health equity issues that created the conditions for this disproportionate impact of COVID-19 on our community, we need local governments to act now and do more to ensure that Latinos are not being left behind during the response and recovery of COVID-19.
Leaders of Voces Unidas are calling on county elected officials in Garfield, Eagle and Pitkin counties to do the following:
County governments must publicly release disaggregated data on the impact of COVID-19 by community group (ethnicity and race).
County governments must ensure that all official public information is linguistically and culturally effective and that it is disseminated to all communities at the same time, via effective channels.
County governments must develop (and make public) a comprehensive plan on how the county is responding to and supporting community groups that are being disproportionately impacted by COVID-19.
County governments must ensure the safety of Latinos during the reopening phase, especially as Latino workers go back to essential and public-facing jobs. Employers must be required to provide personal protective equipment for their workers and encourage safe distancing practices.
County governments must ensure that all employers distribute culturally effective information in Spanish and English to all of their workers on what to do if an employee is experiencing COVID-19 symptoms and their rights and protections as workers.
County governments must ensure a proportionate Latino representation in all long-term planning processes to ensure that Latinos are not left behind in the recovery of COVID-19. We can speak for ourselves and know what we need and want.
County governments must publish a detailed report on how each county supported each of the community groups, outlining strategies and how much tax-payer dollars were spent to support each community group.
Latinos are critical to the economic recovery in our valleys and we need to ensure that we are not being left behind by our local governments.
Note: Updated to reflect Pitkin County numbers and the fact that they are now releasing disaggregated data by race and ethnicity.
A medida que el país entero experimenta un aumento alarmante de nuevos casos todos los días, los latinos continúan siendo desproporcionadamente afectados por COVID-19.
Según datos recientemente publicados del Centro para el Control de Enfermedades, los latinos son hospitalizados a una tasa cuatro veces mayor que la de los blancos.
Según datos nacionales, más del 26% de los fallecidos por COVID-19 son latinos.
En Colorado, los latinos representan aproximadamente el 22% de la población del estado, sin embargo, representamos aproximadamente el 38% de todos los casos de COVID-19.
En Garfield, los latinos representan el 51.6% de todos los casos de COVID-19, aunque solo somos el 30% de la población. (Los condados de Eagle y Pitkin aún no están publicando datos por subgrupos).
Como parte de nuestros esfuerzos de abogacía sobre COVID-19, Voces Unidas realiza encuestas periódicas para capturar comentarios e historias de los latinos.
Estas son algunas de las conclusiones de nuestra encuesta más reciente:
Uno de cada tres latinos no sabe qué hacer si se infecta con el virus;
Uno de cada dos encuestados latinos no sabe a dónde ir para obtener atención médica si se infecta;
La mayoría de los encuestados latinos no tienen confianza en que sus empleadores protegerán a los trabajadores latinos;
Un tercio de los encuestados no tienen acceso a cubre bocas en el trabajo; y
Tres de cada cinco encuestados latinos creen que sus gobiernos locales y funcionarios electos no están haciendo lo suficiente para proteger a los latinos del virus.
Si bien el objetivo final debe ser abordar los problemas de equidad en salud que crearon las condiciones para este impacto desproporcionado de COVID-19 en nuestra comunidad, necesitamos que los gobiernos locales actúen ahora y hagan más para garantizar que los latinos no se queden atrás durante las fase de respuesta y recuperación de COVID-19.
Los líderes de Voces Unidas están pidiendo a los funcionarios electos del los condados de Garfield, Eagle y Pitkin que hagan lo siguiente:
Los gobiernos locales deben divulgar públicamente datos desglosados sobre el impacto de COVID-19 por grupo comunitario (etnia y raza).
Los gobiernos locales deben garantizar que toda la información pública oficial sea lingüística y culturalmente efectiva y que se difunda a todas las comunidades al mismo tiempo, a través de canales efectivos.
Los gobiernos locales deben desarrollar (y hacer público) un plan integral sobre cómo el condado está respondiendo y apoyando a los grupos comunitarios que están siendo desproporcionadamente afectados por COVID-19.
Los gobiernos locales deben garantizar la seguridad de los latinos durante la fase de reapertura, especialmente a medida que los trabajadores latinos vuelven a los trabajos esenciales y públicos. Se debe exigir a los empleadores que proporcionen equipos de protección personal para sus trabajadores y fomenten prácticas seguras de distanciamiento.
Los gobiernos locales deben garantizar que todos los empleadores distribuyan información culturalmente efectiva en español e inglés a todos sus trabajadores sobre qué hacer si un empleado experimenta síntomas de COVID-19 y sus derechos y protecciones como trabajadores.
Los gobiernos locales deben garantizar una representación latina proporcional en todos los procesos de planificación a largo plazo para garantizar que los latinos no se queden atrás en la recuperación de COVID-19. Podemos abogar por nosotros mismos y sabemos lo que necesitamos y queremos.
Los gobiernos locales deben publicar un informe detallado sobre cómo cada condado apoyó a cada uno de los grupos comunitarios, describiendo las estrategias y cuánto dinero se gastó para apoyar a cada grupo comunitario.
Los latinos son críticos para la recuperación económica en nuestros valles y debemos asegurarnos de que nuestros gobiernos locales no nos están haciendo de menos.